Colección de buenos momentos

 

Amigas, no hay nada que me atraiga menos en la vida que las colecciones, cuando a la vuelta de vacaciones de verano empiezan los anuncios de colecciones de relojes,abanicos,muebles en miniatura,dinosaurios, se me ponen los pelos de punta y ya sí la colección viene en incómodos plazos para que montes tu mismo tu propio porta aviones …ahí, directamente me tiraría por la ventana.

Es como si tuviera el síndrome de Diógenes pero al revés, el Anti-Diógenes, me produce tal satisfacción desprenderme de las cosas, que creo que se está convirtiendo en patológico y digo lo de patológico porque me he dado cuenta de que me pongo contenta cuando ya no queda gel y puedo tirar el bote, como si no tuviese que reponerlo a continuación 😦

La frase si compra ahora, le regalamos…me hace salir huyendo. No quiero tener una segunda cafetera, ni quiero que me regalen sartenes, ni albornoces si abro una cuenta corriente, ni que los huevos de chocolate traigan regalo, nada. No quiero nada que no use y de lo que uso solo quiero tener una unidad.

Pues una vez confesada la neurosis y contra todo pronóstico…os cuento que tenemos una coleccion, colecciono buenos momentos.

La idea la copié en casa de unos amigos Paula y PABLO FUSTER (Así está bien????’) que coleccionan los corchos de las botellas de vino , escriben en cada uno el vino que tomaron, la fecha y no sé si alguna cosa más y los guardan en unos jarrones de cristal enormes, de esos maravillosos , quedan preciosos en su salón.

Así que se la copié porque me pareció una manera de coleccionar buenos momentos. Guardo los corcho de las botellas de vino, pero solo de los momentos buenos y no siempre me acuerdo de apuntar de que vino eran, apunto el momento la fecha y con quien compartimos el vino.

Una cosa os digo, si voy a una comida de esas soporíferas que aburren a las ovejas…..ni amago de llevarme el corchito aunque sea un Pesquera del 94, que me estropea la colección .

El caso es que de vez en cuando me gusta revolver y sacar uno, me encanta recordar el momento bueno que me hizo guardarlo.
¿A que es bonito?

Pues ya sabéis, si os animáis solo tenéis que buscar jarrón de cristal , el más bonito que encontréis …y daros a la bebida 🙂

M.